PENDIENTE
EL
TITULO
Patricia Castillo A.
Que nadie me hable
que nadie me llore
Me iré riendo
Aliviada de este mundo
Quiero unos ojos libres
unas manos abiertas
un corazón que abrigue
unas piernas
que anden conmigo
unos labios
que me quieran amar
y sobre todo
que llenen
mis poros y mis alegrías
Las desheredo de mí
las abandono a la alegría
de mi ausencia
las dejo
a la orilla del recuerdo
solo para el mar
de la nostalgia
las absorto
de benevolencias
y discursos excusables
las olvido
como a un Alzheimer
La huida
Abandonar
el mundo
algo así
como en una
anestesia
A veces mi hedor a muerte
empieza a gustarme
se camufla
con mi olor
huelo a flor marchita
Hoy estoy desnuda
vulnerada e invulnerable
Absorta
ya no estoy mi cuerpo
solo responde
a impulsos eléctricos
que mi cerebro ordena
Soy la madre,
la puta
la hija
la amante
la mujer
la hermana
la abuela
la enferma,
la coja
la tía
la vagina
la esperanza
la mierda
soy la que soy
Estoy buscando motivos
para vivir
rayando los muros
escarbando en la poca vida
que me queda
algo para agarrarme
y me faltan los alientos
no tengo fuerzas
para nada
que no sea
sobrevivir
Un alma en pena
evadiendo recuerdos
Rezando y orando descubrí
muchas cosas
Rezando y orando se sana
mi alma
Rezando y orando amas a la
gente
Y amando a la gente
Quisieras sanarlos también
Todos necesitamos sanar
Todos tenemos heridas
Todos tenemos alegría
Todos tenemos la misma
capacidad
de perdonar y amar
Todos somos hijos de Dios
Desde el corazón oramos y
rezamos
Desde el amor
El amor es la voz de la
conciencia
vivir la vida a conciencia
es vivir con Dios
No quiero perder la
presencia
de las aceras bajo mis
pies
el sólido frio de la
realidad
cada paso áspero
me habita de soledades
recurrentes
Cautivas
me hacen impenetrable
Que tristeza tan triste
tienen tus ojos
que amargura
en la nube de tu mirada
caen poco a poco los
cristales
de tu alma
constantemente
como el tiempo
jamás se detienen
tienen la forma
cristalina y cruel de la
realidad
Las luces incandescentes
arden en las pupilas
centelleando parpadeos
que solo en el cielo
apacigua
en un campo cubierto
que rara vez
suelo encontrar
La luna sondea cada noche
mis ritmos
como una alarma
calibradora
que aun sin su presencia
te despierta
desde cada vertebra
para que te acomodes
en ella
Como anunciar que la
muerte
me satisface el alma
me inspira este momento
sublime
de descanso eterno
afloran los aromas del
amor
plasmados en palabras de
recuerdos
y esperanzas
entre vidrios rotos
abriendo cada vez más
grietas
en un corazón
desangrándose
perpetuamente
Tengo intacto mi bulín
mi noche estrellada
mis eternos amantes
tengo intacta el alma
no se ha escapado
por las heridas aun
Abrazando a la niña que
fui
crujieron las piedras
temblaron las nubes
se estremeció mi centro
en un relámpago de
emociones
inunde mis pulmones
con el suspiro
que dejo las lágrimas de
la lluvia
que cae tras los recuerdos
abrazados
Quedarme entre tus brazos
y tus piernas
Quiero rodearte con mis
piernas
y mis brazos buscándote
en el vidrio con las gotas
nostalgias de tu recuerdo
, darte con mis piernas
y mis brazos
el aroma de tu piel
en mi tiempo llenarte
con mis pecas la sonrisa
que extrañan mis rosas
cuando el aire
trae tus pétalos
y los pozo en mis rostro
Abrazarte con mis manos
y mis piernas
y montarte
el eco de tus palabras
(que también te amo por
siempre)
rodearte entre mis brazos
y mis piernas
y quedarme de una vez
sin tu olor sin ti
Cuando te respiro
y no me vez
te inhalo desde el viento
me nutro de tu risa
me abrigo desde tu piel
te navego en una melodía
que el universo
te llueve para entregarte
el calor del amor
que te beso
y que hoy te nombre
Al
borde de la locura
y
la desesperanza
me
aferro feroz
y
de forma masoquista
a
la vida
Ya
no hay caminos
Se
desvanecieron
Entre
los paisajes vividos
Entre
las veredas dela conciencia
Entre
los troncos de la razón
y la premura de algún brotar
se
rompieron
las
murallas sin conciencia
sobre
los amaneceres entrelazados
en la brisa del atardecer
de
mi cuerpo de otoño
mujeres
confundidas de gris
girando
para transformarse arco iris
danzando
probando capullos
naciendo
cada atardecer
floreciendo
en cada parpadeo
que
deja la lagrima
del
dolor
también
he visto mujeres pariendo el amor
en
cada segundo
una
y otra vez
anidando
las esperanzas
empollando
sonrisas
entre
cacareos y nostalgias
también
hemos renacido en una mirada
y hemos muerto en el deseo
he
visto demasiadas mujeres
demasiado
tristes
para
mi sentir
las
he escuchado llorando
las
he sentido rogando
también
suelen caminar los pasos del vacío
y
alguna vez me voy
pendiente
de un suspiro de auxilio
parecidos
a los míos
también
nos he visto llorando
entre
lágrimas ahogadas por
cada
vertebra de la columna
también
las he visto asustadas
de
sentir un futuro ajeno
las
he visto muertas
en
una carcajada
para
ahuyentar a la muerte
de
la risa
las
he visto camufladas
entre
otras mujeres
como
camaleones del universo
las
he visto enamoradas
de
ese príncipe azul
que
se torna cada vez
más
real y
menos
azul.
se
adormecieron los sentimientos
se
inmunizaron o se movieron
o
sencillamente desaparecieron
solo percibo a las emociones
son fuertes y profundas
certeras
cíclicas
percibo
cada transformación
dentro
de mí
como
un reflejo
hacia
afuera
como
una nueva coraza
la
mía
mi
reconstrucción
En lugar de ser
el
país más feliz del mundo
Deberíamos
ser el mejor anestesiado
El
país que dócilmente
produce
la
felicidad
orgánica
necesaria
para
ser mediocremente productivos
el
tiempo restante
se
usa para la dispersión
(de
la conformidad) o el consumismo
o
ambas
si
prefieres o puedes
ese
sábado pelirrojo también te espere
aunque
esta vez con carajillo y aromática
Salí
en el último minuto
con
la esperanza de tropezarme contigo
a
tu llegada
ese
día no prendí la velita
el
tiempo paso muy rápido y la conversación
de
esas que nos gustan también
hoy
abandone con el dolor del frio
la
espera en tu ausencia
y
el dolor de mi corazón
me duele
tanto amor desperdiciado
tantos
momentos
metafóricos
de la verdad
tantos
humanos deshumanizados
tanta
crueldad genética
en estos
pobres infantes
me duele
la mirada
esquiva
de la mentira
la falsa
fe mi iglesia
y de casi
todas
la falta
del fuego
que hace
cenizas
los
barrotes
de la
libertad y el amor
el ciego
vidente
que no ve
más allá
de sus
narices
duelen
los corazones
ciegos y
abatidos de odio.