domingo, 14 de septiembre de 2014



PENDIENTE
EL
TITULO





Patricia Castillo A.















Que nadie me hable
que nadie me llore
Me iré riendo
Aliviada de este mundo




















Quiero unos ojos libres
 unas manos abiertas
un corazón que abrigue
unas piernas
que anden conmigo
unos labios
que me quieran amar
y sobre todo
que llenen
mis poros y mis alegrías







Las desheredo de mí
las abandono a la alegría
de mi ausencia
las dejo
a la orilla del recuerdo
solo para el mar
de la nostalgia
las absorto
de benevolencias
y discursos excusables
las olvido
como a un Alzheimer








La huida
Abandonar
 el mundo
algo así
como en una
anestesia




A veces mi hedor a muerte
empieza a gustarme
se camufla
con mi olor
huelo a flor marchita






Hoy estoy desnuda
vulnerada e invulnerable
Absorta
ya no estoy mi cuerpo
solo responde
a impulsos eléctricos
que mi cerebro ordena













Soy la  madre,
la puta
la hija
la amante
la mujer
la hermana
la abuela
la enferma,
la coja
la tía
la vagina
la esperanza
la mierda
soy la que soy








Estoy buscando motivos para vivir
rayando los muros
escarbando en la poca vida
que me queda
algo para agarrarme
y me faltan los alientos
no tengo fuerzas
 para nada
que no sea
sobrevivir



Un alma en pena
evadiendo recuerdos




Rezando y orando descubrí muchas cosas
Rezando y orando se sana mi alma
Rezando y orando amas a la gente
Y amando a la gente
Quisieras sanarlos también
Todos necesitamos sanar
Todos tenemos heridas
Todos tenemos alegría
Todos tenemos la misma capacidad
de perdonar y amar
Todos somos hijos de Dios
Desde el corazón oramos y rezamos
Desde el amor
El amor es la voz de la conciencia
vivir la vida a conciencia es vivir con Dios








No quiero perder la presencia
de las aceras bajo mis pies
el sólido frio de la realidad
cada paso áspero
me habita de soledades
recurrentes
Cautivas
me hacen impenetrable














Que tristeza tan triste tienen tus ojos
que amargura
en la nube de tu mirada
caen poco a poco los cristales
de tu alma
constantemente
como el tiempo
jamás se detienen
tienen la forma
cristalina y cruel de la realidad











Las luces incandescentes
arden en las pupilas
centelleando parpadeos
que solo en el cielo
apacigua
en un campo cubierto
que rara vez
suelo encontrar
















La luna sondea cada noche
mis ritmos
como una alarma calibradora
que aun sin su presencia
te despierta
desde cada vertebra
para que te acomodes
en ella












Como anunciar que la muerte
me satisface el alma
me inspira este momento sublime
de descanso eterno
afloran los aromas del amor
plasmados en palabras de recuerdos
y esperanzas
entre vidrios rotos
abriendo cada vez más grietas
en un corazón
desangrándose perpetuamente









Tengo intacto mi bulín
mi noche estrellada
mis eternos amantes
tengo intacta el alma
no se ha escapado
por las heridas aun













Abrazando a la niña que fui
crujieron las piedras
temblaron las nubes
se estremeció mi centro
en un relámpago de emociones
inunde mis pulmones
con el suspiro
que dejo las lágrimas de la lluvia
que cae tras los recuerdos abrazados










Quedarme entre tus brazos y tus piernas
Quiero rodearte con mis piernas
y mis brazos buscándote
en el vidrio con las gotas
nostalgias de tu recuerdo
, darte con mis piernas
y mis brazos
el aroma de tu piel
en mi tiempo llenarte
con mis pecas la sonrisa
que extrañan mis rosas
cuando el aire
trae tus pétalos
y los pozo en mis rostro










Abrazarte con mis manos
y mis piernas
y montarte
el eco de tus palabras
(que también te amo por siempre)
rodearte entre mis brazos y mis piernas
y quedarme de una vez
sin tu olor sin ti











Cuando te respiro
y no me vez
te inhalo desde el viento
me nutro de tu risa
me abrigo desde tu piel
te navego en una melodía
que el universo
te llueve para entregarte
el calor del amor
que te beso
y que hoy te nombre












Al borde de la locura
y la desesperanza
me aferro feroz
y de forma masoquista
a la vida












Ya no hay caminos
Se desvanecieron
Entre los paisajes vividos
Entre las veredas dela conciencia
Entre los troncos de la razón
 y la premura de algún brotar
se rompieron
las murallas sin conciencia
sobre los amaneceres entrelazados
 en la brisa del atardecer
de mi cuerpo de otoño





mujeres confundidas de gris
girando para transformarse arco iris
danzando probando capullos
naciendo cada atardecer
floreciendo en cada parpadeo
que deja la lagrima
del dolor
también he visto mujeres pariendo el amor
en cada segundo
una y otra vez
anidando las esperanzas
empollando sonrisas
entre cacareos y nostalgias
también hemos renacido en una mirada
 y hemos muerto en el deseo
he visto demasiadas mujeres
demasiado tristes
para mi sentir
las he escuchado llorando
las he sentido rogando
también suelen caminar los pasos del vacío
y alguna vez me voy
pendiente de un suspiro de auxilio
parecidos a los míos
también nos he visto llorando
entre lágrimas ahogadas por
cada vertebra de la columna
también las he visto asustadas
de sentir un futuro ajeno
las he visto muertas
en una carcajada
para ahuyentar a la muerte
de la risa
las he visto camufladas
entre otras mujeres
como camaleones del universo
las he visto enamoradas
de ese príncipe azul
que se torna cada vez
más real y
menos azul.





se adormecieron los sentimientos
se inmunizaron o se movieron
o sencillamente desaparecieron
 solo percibo a las emociones
 son fuertes y profundas
certeras cíclicas
percibo cada transformación
dentro de mí
como un reflejo
hacia afuera
como una nueva coraza
la mía
mi reconstrucción





 En lugar de ser
el país más feliz del mundo
Deberíamos ser el mejor anestesiado
El país que dócilmente
produce la
felicidad orgánica
necesaria
para ser mediocremente productivos
el tiempo restante
se usa para la dispersión
(de la conformidad) o el consumismo
o ambas
si prefieres o puedes








ese sábado pelirrojo también te espere
aunque esta vez con carajillo y aromática
Salí en el último minuto
con la esperanza de tropezarme contigo
a tu llegada
ese día no prendí la velita
el tiempo paso muy rápido y la conversación
de esas que nos gustan también
hoy abandone con el dolor del frio
la espera en tu ausencia
y el dolor de mi corazón






me duele tanto amor desperdiciado
tantos momentos
metafóricos de la verdad
tantos humanos deshumanizados
tanta crueldad genética
en estos pobres infantes
me duele la mirada
esquiva de la mentira
la falsa fe mi iglesia
y de casi todas
la falta del fuego
que hace cenizas
los barrotes
de la libertad y el amor
el ciego vidente
que no ve más allá
de sus narices
duelen los corazones
ciegos y abatidos de odio.




Patricia Castillo Alfonso